Meditación para principiantes: Iniciación a la meditación

A continuación puedes encontrar nuestra guía de iniciación a la meditación para principiantes. Desde que me inicié en la práctica de la Meditación muchas han sido las preguntas que me han ido surgiendo.

Naturalmente, como no podía ser de otra manera, recurrí no sólo a maestros cualificados sino también a infinidad de fuentes bibliográficas, cursos y talleres en busca de las respuestas correctas.

Curiosamente, ha sido y sigue siendo la propia práctica la que siempre, en el momento adecuado, ni antes ni después, se ha ido encargando de regalarme, las más sabias respuestas.

Meditar te cambia la vida

A mi me la cambió.

Para mejor, claro. Para mucho mejor.

Apúntate para abrir esa puerta.

Tras darme cuenta de la importancia de conocer y aplicar correctamente la técnica de esta milenaria práctica para que la misma dé sus frutos, he decidido compilar en “La Meditación Anapanasati. Preguntas más frecuentes sobre su práctica” algunas de las cuestiones más recurrentes que acerca de la práctica me han acompañado en mi camino como meditadora.

En la confianza que muchas de ellas puedan resonar a quienes, como yo, estamos recorriendo este bello y hermoso camino de la práctica meditativa, ya seamos meditadores principiantes, intermedios o veteranos, espero de todo corazón que las mismas puedan servir de ayuda y guía para afianzarnos cada día un poquito más, si cabe, en la práctica de la meditación.

Ha de saberse de antemano que éste no es un camino de rosas; que no hay rosas sin espinas. Emprender y recorrer este apasionante viaje requiere de mucho coraje, fuerza y determinación.

Aunque no es un camino fácil, a veces incluso arduo, estoy convencida que recorrerlo, con constancia, paciencia, disciplina y mucho amor es uno de los mayores regalos que en esta vida podemos hacernos, no sólo a nosotros mismos, sino también a los demás.

Permaneced muy atentos y atentas. Muy atentos y atentas a la respiración.

Iniciación a la meditación: Índice

A continuación un breve índice que se irá ampliando en cada sección. Dentro de cada apartado, encontrarás un link donde poder ampliar información.

  1. Breve aproximación a la Meditación Anapanasati
  2. Antes de meditar
  3. La práctica de la meditación
  4. Arraigarse en la práctica
  5. El compromiso con la práctica
  6. La resistencia a la práctica
  7. La práctica de la meditación en la vida cotidiana
  8. Wu Wei

1. Breve aproximación a la Meditación Anapanasati

Como inicio de esta iniciación a la meditación introducimos la meditación Anapanasati. La meditación Anapanasati, también conocida como “meditación de la atención plena a la respiración”, cultiva y desarrolla no sólo la concentración o calma mental, sino también la atención plena que conduce, entre otros, a la sabiduría, el discernimiento y la claridad mental.

Sentarse, en silencio y en quietud, y observar la verdad de tu respiración, dejando que todo lo que es, sea, es todo lo que hay que hacer. ¿Te animas a meditar?

En este link puedes ampliar información sobre la Meditación Anapanasati.

2. Antes de meditar. Iniciación a la Meditación

En esta apartado encontrarás:

Razones para meditar

Todos los seres humanos, en mayor o menor medida, por unas razones o por otras, sufrimos. Reconocer este sufrimiento, conocer sus causas y liberarnos del mismo, es el horizonte al que mira la práctica meditativa.

La meditación nos muestra el camino, nos conduce directamente por medio de algo tan simple como la observación a la purificación mental y con ella a la liberación del sufrimiento y al reencuentro con la paz que tanto anhelamos. 

En el siguiente link encontrarás un post completo sobre Razones para meditar.

Técnica de meditación universal

Siendo que la respiración es universal y está presente en todos los seres humanos, desde que nacemos hasta que morimos, basta con estar vivo para meditar. Por eso, la práctica de la meditación es universal y está recomendada a todas las personas.

En el siguiente link ampliamos información sobre la Técnica de meditación universal.

Malentendidos de la práctica

Son muchos y muy variopintos los malentendidos que existen acerca de la práctica de la meditación. Algunos de ellos entienden que meditar es dejar la mente en blanco. O relajarse.

También hay quienes creen que meditar es pensar o reflexionar sobre algo. Otros, consideran que meditar te convierte en un ser insensible, indiferente o egoísta. Incluso creen que la meditación te puede aislar de la sociedad. Nada más lejos de la realidad.

A continuación puedes ver más sobre Malentendidos de la práctica.

Los pilares de la práctica de la meditación

La actitud, junto con la postura de meditación y la respiración conforman los tres pilares sobre los que la práctica meditativa se asienta. A éstos les acompañan el silencio y la quietud, fundamentales para conseguir una mente estabilizada y equilibrada.

La actitud en la meditación

La actitud a la que aquí nos referimos es a la de tratar de sentarse a meditar con paciencia y determinación, con total apertura y curiosidad. Con rigurosidad y una incondicional aceptación.

Observar cada inhalación y cada exhalación con mente de principiante. Con total ecuanimidad, haciendo lo que tenemos que hacer y dejando los resultados en manos de la vida, del Universo o si se prefiere, en manos de Dios. Todo ello, además, recordando dibujar una suave sonrisa en el rostro, la mente y el corazón.

Ampliar información sobre la Actitud en la meditación.

La postura de meditación. Iniciación a la meditación

La meditación se sirve del cuerpo como vehículo de autoconocimiento y purificación mental. Por ello la postura es tan importante en meditación. Una postura correcta debe ser una postura cómoda, relajada y estable.

Una postura que nos permita permanecer muy atentos, vigilantes y despiertos. Puedes practicar en silla, banco de meditación o cojín. Tu eliges el soporte que más cómodo te resulte.

A continuación puedes ampliar información sobre la Postura de Meditación.

La respiración en la iniciación a la respiración. La respiración diafragmática

Pocas veces le damos importancia a la respiración y sin embargo, la vida depende totalmente de ella. Recuperar la respiración diafragmática se torna vital para gozar de una mente calmada y equilibrada. Para confiar. Para fluir con la vida y ser uno con ella.

Ampliar información de La respiración en la meditación.

El silencio y la quietud

Otro de los aspectos fundamentales en la iniciación a la meditación es el silencio y la quietud.

En la práctica meditativa, en la práctica del arte de observar la relación que existe entre la mente y el cuerpo, aquietar el cuerpo y permanecer en silencio es imprescindible para aquietar la mente, estabilizarla y entonces, desde una mente en calma y equilibrada, tranquila, darnos cuenta de qué es lo que sucede mientras está sucediendo.

No hay otra forma de hacerlo que en silencio y en quietud.

En el siguiente link encontrarás más info El silencio y la quietud en la meditación.

3. Iniciación a la meditación: La práctica de la meditación

¿Qué hacemos cuando meditamos? Simple y llanamente, observar la verdad de nuestra respiración. Observamos nuestra respiración tal cual es, sin pretender cambiarla ni modificarla, sin juicios; y volvemos una y otra vez a ella así que nos demos cuenta que nos hemos distraído. Esto es todo.

En este capítulo veremos:

El seguimiento de la respiración: Observa la verdad de tu respiración

En la práctica de la meditación tratamos de llevar y anclar nuestra atención a la respiración natural y espontánea de nuestro cuerpo.

Una vez fijada nuestra atención en la respiración —que es nasal en todo momento— vamos a observar cada inhalación  que entra y cada exhalación que sale, con mucha paciencia y determinación. Con total apertura y curiosidad. Sin añadir ni quitar nada.

Amplía información sobre El seguimiento de la respiración.

Observar sin reacción, sin juicios

Cuando observamos la respiración, tratamos de observarla con atención plena, de forma pura, desnuda, imparcial y ecuánime. Esto quiere decir que observamos lo que hay, es o sucede sin apegos, ni rechazos. Sin juicios ni prejuicios. Sin condicionamientos. Con plena aceptación.

Aceptamos lo que hay, es o sucede, momento a momento, aquí y ahora. A fin de cuentas, es lo que hay, es o sucede. De esta manera es como purificamos nuestra mente.

Más sobre Observar sin reacción, sin juicios.

La gestión del dolor en la iniciación a la meditación

El dolor es nuestro gran maestro en la práctica meditativa. Unas veces será físico. Otras veces emocional. Abrirnos a sentir el dolor y observarlo como observaríamos cualquier otra sensación, con total ecuanimidad, es el gran reto que nos propone la meditación.

Aprende más sobre La gestión del dolor en la meditación.

Distracciones, dificultades y obstáculos que surgen en la práctica

Distracciones, dificultades y obstáculos que surgen en la práctica los hay muchos y muy variopintos. Darnos cuenta de estas distracciones, dificultades y obstáculos es el primer paso para superarlos y precisamente lo más difícil de la práctica.

Es la atención plena que se desarrolla y cultiva con la propia práctica la que nos va a ayudar en esta complicada tarea de darnos cuenta.

Ver más sobre Distracciones, dificultades y obstáculos que surgen en la práctica.

4. Arraigarse en la práctica

21 días son suficientes para adquirir un hábito. Arraigarse en la práctica de la meditación requiere mucha disciplina, perseverancia y determinación. Resérvate un espacio y un tiempo de tu día para adquirir el hábito.

Adopta el compromiso contigo mismo o misma de sentarte cada día a meditar.

En esta sección veremos:

Momento de meditar. Iniciación a la meditación

Según tus propias circunstancias personales, laborales, familiares o sociales resérvate el momento del día que te vaya mejor para la práctica de la meditación.

Aunque ciertamente existen momentos del día más recomendables para la práctica, siempre vamos a priorizar la práctica de la meditación, aunque no sea en el “mejor momento”.

Tiempo de meditación

Son diversos los factores que influyen a la hora de determinar el tiempo de práctica. La edad y el hábito de meditar que se tengan son determinantes a la hora de planificar el tiempo de meditación.

Periodicidad de la práctica de le meditación

Practicar al menos 5 o 6 días a la semana es lo óptimo para beneficiarnos de los beneficios de la meditación. A fin de cuentas, el único secreto de la meditación es la práctica.

Lugar de meditación

No todas las personas disponemos de un lugar que cumpla con las “condiciones perfectas” para la práctica de meditación.

Por ello, el lugar del que cada uno o una disponga, con sus propias  características, será perfecto para cada práctica personal. A fin de cuentas, es éste y no otro el lugar del que disponemos.

5. El compromiso con la práctica en la iniciación a la meditación

Conseguir arraigarnos en la práctica meditativa no es sencillo. Muchas veces, no nos llega la determinación que se requiere para sentarnos. Y es aquí donde el compromiso tiene mucho que decir.

El compromiso que adquiramos con la práctica de la meditación, y por supuesto con nosotros mismos o mismas, no sólo nos va a dar la fuerza que necesitamos para sentarnos en aquellos días en que nuestra determinación para hacerlo flojea, sino también para continuar con la práctica.

6. La resistencia a la práctica

El meditador, a lo largo de su “vida meditativa” pasa o puede pasar por muchos ciclos. La resistencia a la práctica, el abandono y retomo de la misma es o puede ser uno de ellos.

Simplemente, si suceden, como haríamos con cualquier otro fenómeno, los observamos. Sin juicios. Sin reacción.

7. La práctica de la meditación en la vida cotidiana

La práctica de la meditación no se agota en los momentos que pasamos sentados en nuestra silla, banco o cojín de meditación.

Aunque para cultivar y desarrollar la atención plena se requiere, sobretodo en los inicios, que nos reservemos un tiempo y un espacio para la “práctica formal”, lo cierto es que va a ser esta misma atención plena que desarrollamos y cultivamos en nuestras sentadas la que nos recuerde, en nuestra cotidianeidad, que no estamos presentes cuando no lo estamos.

Los efectos y beneficios del cultivo de la atención plena van a verse rápidamente en nuestra cotidianeidad.

8. Wu Wei como actitud en la iniciación a la meditación

Wu wei. La actitud de las actitudes. Lo único que depende de nosotros, la actitud. De esta forma, nos sentamos a meditar porque sí. Nos sentamos a meditar para nada.  Nos sentamos a meditar soltando la necesidad de resultado.

Simple y llanamente, tratamos de hacer lo que hay que hacer, dejando el resultado en manos de la vida, del universo o si se prefiere en manos de Dios. Que venga la Gracia a vernos, o no, no está en nuestra mano.

Por último te recordamos que la guía de Iniciación a la meditación la puedes encontrar también en formato video en nuestro canal de youtube.

Mavi Mariscal

Buscadora y practicante de la meditación Samatha & Vipassana. Enamorada del silencio y la quietud. Del ruido y la vorágine. De lo simple, bello y poético. De lo complejo, feo y prosaico. De lo profundo y superficial. De lo espiritual y terrenal. Del todo y de la nada. La práctica de la meditación me ha reconciliado con lo que "ES", aquí y ahora.