La vida cotidiana

Hoy quiero reflexionar sobre la vida cotidiana. De repente sucede que empezamos a creer que la vida se nos está escapando entre los dedos; llegamos a creer que nuestros días pasan y pasan, desapercibidos en la monotonía de nuestra cotidianidad. Y así, por aburrirnos de nuestra cotidianidad, planificamos nuestra existencia. Y la de los demás.

Vivimos nuestro presente en la creencia que el momento siguiente será mejor que éste. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando aquél momento, en el que perdimos nuestro presente planificándolo, llegue, podremos observar, con la debida atención, que este momento va a ser igual de cotidiano que éste, igual de aburrido, y nos perderemos nuevamente en la planificación del momento siguiente. De esta manera la rueda va a continuar.

(Aprender a meditar ¿Por qué es una buena idea?)

Rechazar la cotidianidad supone estar distraídos y alejados de lo que verdaderamente es importante, de vivir aquí y ahora.

Y es que, al final, lo que realmente se convierte en cotidiano y habitual para nosotros es vivir desconectados del presente soñando con un futuro que además, por incierto, cuando acontezca, nunca será como planificamos.

Así es como dejamos de disfrutar del té de las cinco de la tarde que tanto nos gusta; de la ducha caliente después de un largo y frío día de invierno; o de esa comida deliciosa que con tanto amor cocinaron para nosotros.

Meditar te cambia la vida

A mi me la cambió.

Para mejor, claro. Para mucho mejor.

Apúntate para abrir esa puerta.

Rechazar la cotidianidad supone estar distraídos y alejados de lo que verdaderamente es importante, de vivir aquí y ahora.

calendario

La vida cotidiana o romper con los hábitos

Aprender a cambiar estos hábitos y empezar a apreciar la magia de la cotidianidad, la magia del momento presente, la magia de una vida vivida instante a instante es esencial para salir de esta vorágine de planes agotadores, compromisos tediosos y quehaceres sin sentido en los que en más de una ocasión nos vemos inmersos en la promesa de que éstos nos darán más satisfacciones que el momento presente.

(Correr y Meditar)

La presencia es cuando ya no esperas al siguiente momento, creyendo que el siguiente momento será más pleno que este. (Eckhart Tolle).

Con el paso del tiempo he aprendido que planificar nuestra agenda reiteradamente, por costumbre, sin dejar margen a la improvisación, te limita enormemente la posibilidad de vivir fluyendo con la vida, perdiéndonos con ello los mejores planes que en el momento presente la existencia tiene para nosotros.

Es en este lugar y este momento, aquí y ahora, donde está la verdadera magia, la esencia de la vida. Es en la cotidianidad donde está el verdadero néctar de la vida. Abrazar la cotidianidad significa vivir presentes; atentos a lo que en cada instante acontece.

Una vez empezamos a vislumbrar el gozo que supone vivir presentes, todo un camino de tranquilidad, paz y alegría se abre para todos nosotros. 

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Mavi Mariscal

Buscadora y practicante de la meditación Samatha & Vipassana. Enamorada del silencio y la quietud. Del ruido y la vorágine. De lo simple, bello y poético. De lo complejo, feo y prosaico. De lo profundo y superficial. De lo espiritual y terrenal. Del todo y de la nada. La práctica de la meditación me ha reconciliado con lo que "ES", aquí y ahora.