Hoy analizamos la importancia de la respiración en la práctica de la meditación en silencio (técnica Anapanasati).
La respiración en la meditación
P.- Si en la Meditación de lo que se trata es de observar la respiración, el cómo el aire entra y sale por las fosas nasales, ¿qué importancia tiene que la respiración sea de una u otra manera? ¿A qué se debe la importancia de tener que respirar diafragmáticamente?
La respiración nos aporta el prana, la energía vital. Pocas veces le damos importancia al acto de respirar y sin embargo, la vida depende completamente de ella.
Para todos es sabido que, así como podemos estar tres días sin comer o dos días sin beber agua, bastaría un minuto sin respirar para empezar a tener serios problemas. Ello nos hace una idea de lo importante, vital, que es la respiración.
(El Silencio y la quietud en la Meditación)
Cuando nacemos, la respiración que tenemos todos es la diafragmática o abdominal. Basta con mirar la barriguita de un bebé para ver cómo la respiración sucede en él. Al inhalar el abdomen se expande. Al exhalar, el abdomen se contrae. Esta es la respiración diafragmática. La respiración natural.
Meditar te cambia la vida
A mi me la cambió.
Para mejor, claro. Para mucho mejor.
Apúntate para abrir esa puerta.
Respiración diafragmática
La respiración diafragmática es la que nos hace reír, relajarnos, ser románticos, poéticos. Reduce la intensidad de los pensamientos. Se asocia al disfrute, a lo tierno, al amor, a la relajación. La unidad cuerpo-mente comienza desde aquí. Este tipo de respiración es la que nos va a sanar.
Este tipo de respiración nos mueve al futuro. Con una respiración diafragmática gozamos de una mente más estable y calmada, más armónica. Con la respiración diafragmática fluimos con la vida, dejamos ir, soltamos, resolvemos los problemas fluyendo, de una manera más creativa.
Con una respiración diafragmática se perdona y olvida como forma de soltar y dejar ir; uno vive con más apertura y acepta el devenir y el curso de la vida, se vive en equilibrio, relajado.

Sucede que, a medida que vamos haciéndonos mayores, comenzamos a tener mayores responsabilidades, obligaciones, deseos, comenzamos a suprimir emociones, nos empieza a gobernar el miedo y empezamos a vivir en un continuo estado de alerta.
Todo esto hace que esta respiración diafragmática vaya subiendo hacia el pecho. En el peor de los casos incluso la respiración puede subirse hacia la clavícula.
A este tipo de respiración se le denomina respiración clavicular o alta, también conocida por muchos como la respiración de la muerte. Ésta es la respiración de las personas que están a la puertas de la muerte.

La respiración de la negatividad
Normalmente la respiración, en una edad adulta, en la mayoría de nosotros, se identifica con una respiración torácica o superficial.
(Respiración Consciente: El seguimiento de la Respiraciónv)
Es la respiración del pecho. Este tipo de respiración se asocia a la violencia, a los fracasos, a la incapacidad de perdonar, a la revancha.
Se relaciona a todo lo asociado con la negatividad. Es la que nos hace llorar, la que nos aumenta la cantidad de pensamientos y de sueños. En ella no se inhala ni se exhala profundo.
La separación mente-cuerpo y con el mundo comienza desde aquí. Este tipo de respiración torácica nos mueve al pasado, no nos deja avanzar.
(Observación sin reacción, sin juicios)
Si la respiración es torácica, se crean apegos, no se deja ir, se reprime, se crean bloqueos, no se fluye con la vida. Se crean resistencias. Así, las dudas y preguntas como ¿qué voy a hacer? ¿cómo voy a vivir? ¿de qué? se generan con la respiración torácica.

No hace falta por ende decir lo importante que es respirar de forma diafragmática y de forma fluida, sin entrecortar la respiración para que la energía, el prana, fluya libremente y no se generen bloqueos.
Esta es precisamente una de las explicaciones por las que la práctica de la meditación debe ser en silencio. Cuando hay un corte en la respiración, lo hay también en la mente y con ello un bloqueo en el cuerpo físico.
De hecho, el bloqueo de la respiración es el comienzo de la mayoría de las enfermedades físicas y mentales.

Cuerpo-mente
Sabemos que la mente y el cuerpo no están separados. Sabemos que los pensamientos afectan al cuerpo y el estado del cuerpo afecta a la mente.
Si el cuerpo tiene tensión, la respiración se vuelve rápida o superficial y la mente tiene dificultades para serenarse.
Por tanto, la respiración está vinculada no sólo con nuestra fisiología sino también con nuestras emociones y por tanto, con nuestros pensamientos.
Cuando sentimos algún tipo de presión emocional se modifica totalmente la manera en la que respiramos. De esta manera, si observamos una respiración agitada quiere decir que nuestra mente está también agitada.
Por el contrario, si nuestra respiración es una respiración calmada y tranquila, también nuestra mente estará calmada y tranquila.

En la búsqueda de la respiración adecuada
Por tanto, mientras más eficazmente y diafragmáticamente respiremos, mejor viviremos.
Una buena respiración oxigena todas las células, limpia y purifica la sangre y ventila los pulmones, masajea el corazón y estimula la circulación, mejorando el riego sanguíneo, nos libera de las toxinas, nos da salud, paz y alegría, ayuda a la calma y favorece la concentración, ayuda a romper los patrones subconscientes como el miedo y la inseguridad. Nos brinda confianza, en nosotros, y en la vida.

Para practicar correctamente la meditación y beneficiarnos de los efectos de la práctica hemos de volver a la respiración diafragmática. Hemos de reaprender a respirar.

Ejercicio práctico para ayudarnos a encontrar la respiración diafragmática
Si tienes dudas acerca de cómo es tu respiración, túmbate en el suelo y ponte las manos encima del abdomen. Con la inhalación el abdomen debería expandirse y llenarse de aire.
Con la exhalación, el abdomen debería contraerse y vaciarse completamente de aire. Si observas que tu respiración no es abdominal has de saber que existen numerosas técnicas de respiración para recuperar la respiración natural.
Una muy sencilla es practicar Makarasana o la postura del cocodrilo. Practicándola a diario verás cómo tu respiración se hace más profunda, serena y abdominal.

Malentendidos de la respiración en la meditación
P.- ¿Al trabajar con la respiración, podría decirse que la Meditación Anapanasati es una técnica de pranayama?
R.- La Meditación Anapanasati no es un ejercicio de pranayama, no hay control ni expansión de la respiración. Simplemente hay observación de la respiración.
En la práctica de la Meditación en silencio (Anapanasati) se trata de observar el fluir natural de la respiración. No la controlamos, ni cambiamos su flujo. No la forzamos. Observamos, simple y llanamente cómo es nuestra respiración. La verdad de nuestra respiración.
P.- Observar la respiración me ocasiona una fuerte sensación de agobio. ¿Quiere esto decir que no puedo meditar?
R.- En meditación las sensaciones que podemos sentir son infinitas. Igual que el calor, el frío, los pinchazos, las palpitaciones o cualquier tipo de dolor, la sensación de agobio no deja de ser una sensación y por ello, en principio, la trataremos como una sensación más y seguiremos normalmente con la práctica.

Puede suceder si bien que esta sensación venga dada por una respiración inadecuada. En este punto ha de saberse que la respiración diafragmática es uno de los pilares de la práctica de la meditación en general, también por tanto, de la Meditación en Anapanasati.
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